jueves, 10 de marzo de 2011

Análisis Europa League: Así llega el Bayer Leverkusen


Más de 31.000 millones de ingresos anuales, un beneficio neto progresivo pese a la crisis y considerado ya el principal gigante químico-farmacéutico del planeta. El crecimiento de la industria de la Cuenca del Rhur alemana, generó numerosas poblaciones menores en su entorno y Bayer, buscando exclusividad y una región con buenas infraestructuras encontró en Leverkusen (llamada así por el boticario Carl Leverkus, primer empresario de la comarca) el paraíso ideal para su expansión. En un siglo de vida oficial, sus argumentos empresariales no encuentran paliativos pero para mantener una imagen saludable, básico ante los ataques diarios, el deporte debía ser uno de sus aliados naturales.

Leverkusen era simplemente el epicentro empresarial de una institución poderosa, con la receta mágica del conflictivo ácido acetilsalicílico y que agrupaba gran parte del positivismo económico del país más emergente. Sin embargo, el mundo supo de su existencia balompédica en la temporada mágica de su coronación europea, 1988. Por entonces, el técnico, Erich Ribbeck había logrado cierta regularidad y su proyecto, ya en el tercer año de vida, generaba ilusiones desbordadas, superando con asiduidad a sus principales rivales, Colonia (por cercanía) y Kickers Offenbach (tras un partido polémico y violento en 1980). Una campaña honrosa en zona europea, les metió en la extinta Copa de la UEFA, dejando atrás a clubes como Austria de Viena, Toulouse, Feyenoord, Barcelona, Werder Bremen y ganando al Espanyol en la mítica final de Sarriá. Dos goleadas por cada bando (3-0 y 03) y resolución desde el punto de penalti para situar en el mapa a aquél equipo con nombre de ‘aspirina’.
Olvidar la leyenda de Neverkusen

Pese a la solidez financiera de Bayer, que continúa al frente como principal activo del club en temas extra-deportivos, jamás entró en el juego del mercado de traspasos. Una estricta base que impone reglas para no invertir grandes sumas en mejorar su plantilla, les hace mantener una inmejorable salud económica. Evita, eso sí, que en el Bay Arena disfruten de los mejores cracks del momento. Por ahora, sin necesidad de vender y ampliando alternativas a su equipo con inteligencia sublime, la entidad ha logrado competir cara a cara con los grandes del país y hacerse un nombre respetable en el panorama europeo.

Ahora las estrellas son ejemplos de superación, de crecimiento personal y, desde luego, de adaptación a una personalidad propia. Sidnei Sam es uno de los extremos alemanes de mayor futuro por velocidad y desequilibrio, Eren Derdiyok el referente ofensivo que explota su perfecto juego aéreo en las áreas germanas, René Adler el potero más sobrio del país (Neuer le arrebató la titularidad en la selección por una lesión inoportuna) y en torno a ellos comodines de enorme recorrido como Arturo Vidal (quizás el jugador más saliente esta campaña), Gonzalo Castro, Renato Augusto o Stefan Kiessling. Enorme pegada reflejada en sus grandes números goleadores y un estilo que apuesta por la contra y la velocidad en tres cuartos de campo, dan crédito al trabajo del experimentadísimo Jupp Heynckes.

Sólo un año inigualable del ambicioso Borussia Dortmund, evitará su primer reinado alemán. Mientras, Europa les debe algún que otro premio y Villarreal es sólo una etapa más en la larga travesía del ‘capricho salicílico’ del gigante farmacéutico. Bayer espera su título y dejar de ser el eterno segundón.
¿Qué te parece el Bayer Leverkusen? ¿Cuáles son sus mejores jugadores? ¿Será el Villarreak capaz de eliminarles?

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