Barça-Athletic Bilbao. Partido 2ª jornada liga. Entrada a Messi
por parte de Amorebieta
- Guardiola tiene marcado el partido de Bilbao como especial y sus últimos onces así lo evidencian
- Ha dosificado a algunos de sus cracks para medirse a uno de los rivales más duros de la Liga
El Barça afrontará mañana, en San
Mamés. una de las primeras cuatro finales que le restan en
2011. En unas semanas se medirá al Milán en San Siro, luego visitará al Real
Madrid con un trozo de la Liga en juego y, como colofón,
viajará a Japón en pos del Mundial de clubs. Pero lo primero siempre es
lo más importante, según la filosofía de Pep Guardiola. Y lo primero es
el Athletic y es su Catedral. Bilbao
es, desde siempre, una de las salidas más difíciles de la Liga, ya desde
las primeras décadas de un torneo en que los 'leones', un sobrenombre
nada gratuito, fueron uno de sus grandes dominadores. Hace ya más de un
cuarto de siglo del último título rojiblanco, pero San Mamés sigue
siendo San Mamés, un estadio que crea una atmósfera
única para el fútbol y que, en contra de algún prejuicio erróneo, no
simpatiza con nadie que no sea su Athletic.
La afición rojiblanca nunca ha dejado de pensar en grande. Por eso, un Athletic-Barça siempre será un partidazo, de rivalidad, con todo lo bueno y lo malo que tiene eso. Para que en la liturgia de este clásico no falte de nada, se anuncia lleno en La Catedral y un domingo lluvioso, el entorno meteorológico en que históricamente mejor se han desempeñado los leones, los dirija el pionero Mr. Shepperd o el actual Marcelo Bielsa.
El Barça siente que está ante un partido singular. Así lo ha evidenciado Guardiola en sus últimas alineaciones, dosificando a Iniesta, Xavi, Mascherano o Villa. La historia global en Liga confirma San Mamés como un estadio incómodo para el Barça: allí ha perdido (41 partidos) más que ha ganado (22). Con Guardiola como técnico no le ha ido mal, aunque sus marcadores (0-1, 1-1 y 1-3) no reflejen lo sinuosos que fueron esos partidos. Hoy, el Athletic, con Bielsa de ideólogo, está dando un vuelco revolucionario a su estilo. Pero algún dato confirma que preferir la combinación al fútbol directísimo no supone que haya renunciado a su histórica combatividad: el Athletic es el segundo equipo de la Liga que más faltas hace, con 173 (17,3 por partido). Y está Amorebieta, cuyos marcajes a Messi han dejado imágenes como la que ilustra esta página
La afición rojiblanca nunca ha dejado de pensar en grande. Por eso, un Athletic-Barça siempre será un partidazo, de rivalidad, con todo lo bueno y lo malo que tiene eso. Para que en la liturgia de este clásico no falte de nada, se anuncia lleno en La Catedral y un domingo lluvioso, el entorno meteorológico en que históricamente mejor se han desempeñado los leones, los dirija el pionero Mr. Shepperd o el actual Marcelo Bielsa.
El Barça siente que está ante un partido singular. Así lo ha evidenciado Guardiola en sus últimas alineaciones, dosificando a Iniesta, Xavi, Mascherano o Villa. La historia global en Liga confirma San Mamés como un estadio incómodo para el Barça: allí ha perdido (41 partidos) más que ha ganado (22). Con Guardiola como técnico no le ha ido mal, aunque sus marcadores (0-1, 1-1 y 1-3) no reflejen lo sinuosos que fueron esos partidos. Hoy, el Athletic, con Bielsa de ideólogo, está dando un vuelco revolucionario a su estilo. Pero algún dato confirma que preferir la combinación al fútbol directísimo no supone que haya renunciado a su histórica combatividad: el Athletic es el segundo equipo de la Liga que más faltas hace, con 173 (17,3 por partido). Y está Amorebieta, cuyos marcajes a Messi han dejado imágenes como la que ilustra esta página
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