martes, 24 de abril de 2012

Bajo el signo de Leo

  • Cuando Messi no marca, el Barça no gana

  • Dependencia total del argentino

  • El Chelsea repetirá el planteamiento de Londres

El Barcelona se pone el traje de Champions de manera definitiva. Después de la derrota del pasado sábado ante el Real Madrid ya no le queda otra que volcarse en la competición europea y dejarse de pensar en opciones remotas de hacer cualquier cosa en el campeonato doméstico. La Liga es tema zanjado. Y vuelve a la Champions en un partido complicado, en desventaja en el marcador y frente a un rival que pondrá a prueba su paciencia.
El Chelsea será el mismo Chelsea que el de Stamford Bridge hace una semana. Se cerrará atrás y esperará con tranquilidad al Barcelona con la esperanza de que vuelva a atascarse de cara al gol. Nada se puede descartar, el conjunto de Guardiola ha demostrado una preocupante falta de efectividad en los últimos partidos. Le sucedió en Londres y repitió con el Real Madrid.
Es una falta de efectividad muy ligada a la de Leo Messi. El equipo depende excesivamente de los goles del argentino. Leo responde casi siempre, pero cuando no lo hace tiene muy poco apoyo del resto de sus compañeros a la hora de golear. Los tres últimos partidos en los que no ha marcado el argentino han sido frustrantes para el equipo azulgrana. Y la cosa ha ido empeorando con el paso de los encuentros.
En Milán, el Barcelona cosechó un empate sin goles. No fue determinante porque en la vuelta resolvieron con un 3-1. Luego vino la derrota de Stamford Bridge con un sinfín de ocasiones erradas por Cesc, Alexis, Pedro o Busquets. Una clara prueba de que si Leo no la mete, nadie se pone a su altura. Y la tercera vino el sábado donde el Barcelona se dejó la Liga. Otra vez Leo se quedó a cero y el resto solamente fue capaz de marcar un gol, después de varios rechaces, por mediación de Alexis.
El Barcelona necesita más que nunca a su estrella. Es evidente que cuando llegan estos partidos hay que tirar de los mejores y aquí es donde aparece el argentino. No hay excusas. A nadie se le escapa que sin el concurso determinante de Leo las opciones de pasar a la final de Múnich se reducen considerablemente.
A su favor contará con un Camp Nou lleno hasta la bandera, con enormes ganas de olvidarse del sábado y de plantearse un nuevo y apasionante reto como sería la final de la Champions. Presumiblemente, una ocasión de oro para la revancha con los blancos.
Guardiola se dejará de inventos para este partido. El técnico es consciente de las críticas que está recibiendo por la alineación que puso frente al Real Madrid. La defensa de tres, la posición adelantada de Xavi lejos de la creación y poner a Tello de inicio han sido los principales argumentos de las mismas.
Aunque Pep ayer defendió en rueda de prensa sus decisiones, para el partido de esta noche tirará de todas sus 'vacas sagradas'. Volverá a defensa de cuatro y colocará a Piqué en el centro de la misma para verse las caras con Drogba. Y el centro del campo estará formado por los mejores y con más experiencia como es el caso de Xavi, en su sitio, y Cesc de mediapunta.
se juegan más que una final
Es un partido donde el Barça se juega mucho más que el estar de nuevo en una final de Champions. Después de la derrota frente al Madrid, un nuevo batacazo costaría digerirse en Can Barça. Es cierto que este equipo tiene mucho crédito acumulado con brillantez desde hace mucho tiempo, pero también es cierto que en tres días perder Liga y Champions traería consecuencias.
Dejar la valoración de la temporada en manos de la Copa es ciertamente peligroso. Sobre todo, porque si el Madrid fuera capaz de conseguir la Champions pondría en duda y con razón el indiscutible reinado de los azulgranas en Europa en los últimos años. Y todo esto, sin que Guardiola haya dicho si va a seguir o no la próxima temporada. Ayer dijo que no dependía de estar en Múnich, pero cuando se quiso profundizar se refugió en eso de "hoy no toca".

No hay comentarios:

Suscriptores